Trabajamos con espacios e imágenes, pero también con historias. Con contextos que tienen nombre, con paisajes que no salen en las postales.
No diseñamos para decorar, sino para hacer pensar, para hacer lugar. A veces hacemos una casa. Otras veces, una identidad visual. O una campaña para un proyecto cultural. Pero no cambiamos de lenguaje: cambiamos de registro.
Nos interesa lo que se construye de manera consciente. Con la cabeza, con las manos, con la memoria.
Trabajamos con espacios e imágenes, pero también con historias. Con contextos que tienen nombre, con paisajes que no salen en las postales.
No diseñamos para decorar, sino para hacer pensar, para hacer lugar. A veces hacemos una casa. Otras veces, una identidad visual. O una campaña para un proyecto cultural. Pero no cambiamos de lenguaje: cambiamos de registro.
Nos interesa lo que se construye de manera consciente. Con la cabeza, con las manos, con la memoria.
La arquitectura es para nosotros una manera de repensar cómo queremos vivir. No partimos de un estilo, sino de un lugar, de unas preguntas, de una conversación.
Trabajamos en viviendas nuevas y en reformas puntuales. También en espacios efímeros y proyectos temporales que atraviesan la ciudad y dialogan con ella.
Nos gustan los materiales honestos y las soluciones constructivas locales, arraigadas al contexto y alejadas de fórmulas repetidas pensadas solo para optimizar costes. Nos preocupa el impacto de lo que hacemos, tanto en el medioambiente como en nuestra propia salud.
Si estás pensando en hacerte una casa y crees que podría hacerse de una forma más consciente, más tuya, escríbenos.
Trabajamos con espacios e imágenes, pero también con historias. Con contextos que tienen nombre, con paisajes que no salen en las postales.
No diseñamos para decorar, sino para hacer pensar, para hacer lugar. A veces hacemos una casa. Otras veces, una identidad visual. O una campaña para un proyecto cultural. Pero no cambiamos de lenguaje: cambiamos de registro.
Nos interesa lo que se construye de manera consciente. Con la cabeza, con las manos, con la memoria.
Trabajamos con espacios e imágenes, pero también con historias. Con contextos que tienen nombre, con paisajes que no salen en las postales.
No diseñamos para decorar, sino para hacer pensar, para hacer lugar. A veces hacemos una casa. Otras veces, una identidad visual. O una campaña para un proyecto cultural. Pero no cambiamos de lenguaje: cambiamos de registro.
Nos interesa lo que se construye de manera consciente. Con la cabeza, con las manos, con la memoria.